sábado, 11 de octubre de 2008

Sobre la pareja...




... "Esta es, pues, la nueva propuesta: empezar a pensar la pareja desde otro lugar, desde el lugar de lo posible y no de lo ideal.

Por eso vamos a intentar ver los conflictos no sólo como un camino para superar mis barreras y poder acercarme así al otro, sino también como un camino para encontrarme con mi compañero y, por supuesto, a partir de lo dicho, como un camino para producir el transformador encuentro conmigo mismo.
Estar en pareja ayuda a nuestro crecimiento personal, a ser mejores personas, a conocernos más.
La relación suma.
Por eso vale la pena.
Vale... la PENA (es decir, vale penar por ella).
Vale el sufrimiento que genera.
Vale el dolor con el que tendremos que enfrentarnos.

Y todo eso es valioso porque cuando lo atravesamos ya no somos los mimos: hemos crecido, somos más conscientes, nos sentimos más plenos.

La pareja no nos salva de nada: no debería salvarnos de nada. Muchas personas buscan pareja como medio para resolver sus problemas. Creen que una relación íntima ls va a curar de sus angustias, de su aburrimiento, de su falta de sentido.
Esperan que una pareja llene sus huecos.
¡Qué terrible error!

Cuando elijo a alguien como pareja con estas expectativas, termino inevitablemente odiando a la persona que no me da lo que yo esperaba.
¿Y después? Después quizás busque a otra, y a otra, y a otra...
O tal vez decida pasarme la vida quejándome de mi suerte.

La propuesta es resolver mi propia vida sin esperar que nadie lo haga por mí.
La propuesta es, también, no intentar resolverle la vida al otro, sino encontrar a alguien para poder hacer un proyecto juntos para pasarlo bien, para crecer, para divertirnos, pero no para que me resuelva la vida.

Pensar que el amor nos salvará, que resolverá todos nuestros problemas y nos proporcionará un continuo estado de dicha o seguridad, sólo nos mantiene atascados en fantasías e ilusiones y debilita el auténtico poder del amor, que es el poder de transformarnos.

Y nada es más esclarecedor que estar con otro desde eses lugar. Nada es más extraordinario que sentir la propia transformación al lado de la persona amada.

En vez de buscar refugio en una relación, podríamos aceptar su poder de despertarnos en aquellas zonas en que estamos dormidos y donde evitamos el contacto desnudo y directo con la vida: la virtud de ponernos en movimiento hacia delante, mostrándonos con claridad en qué aspecto debemos crecer.
Para que nuestras relaciones prosperen, es menester que las veamos de otra manera: como una serie de oportunidades para ampliar nuestra conciencia, descubrir una verdad más profunda y volvernos humanos en un sentido más pleno.
Y cuando me convierto en un ser completo, que no necesita a otro para sobrevivir, seguramente voy a encontrar a alguien completo con quien compartir lo que tengo y lo que él tiene.

Ese es, de hecho, el sentido de la pareja: no la salvación, sino el encuentro. O, mejor dicho. los encuentros.

Yo contigo.
Tú conmigo.
Yo conmigo.
Tú contigo.
Nosotros, con el mundo"...
(Jorge Bucay y Silvia Salinas. AMARSE CON LOS OJOS ABIERTOS)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Preciosa,
que blog mas bonito. Te deseo toda la suerte del mundo en el camino de encontrar a tu pareja. Se que esta ahi, en algun sitio. Ademas, si no la encuentras tu, quien lo va a hacer? Con lo estupendisima que tu eres, mi Paca?
Carpe Diem.
Te quiero,
Lidia.